El movimiento Adventista del Séptimo Día comenzó en Norteamérica a mediados de los años 1800. Por aquel tiempo, miles de cristianos querían comprender mejor las profecías bíblicas. Tal como en los primeros días del movimiento Adventista, hoy tenemos la oportunidad de compartir un mensaje de esperanza a través de toda la División Norteamericana.
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