
Apenas un año después de haberse unido a la Iglesia Adventista, Arturo, de 19 años, sintió que Dios lo llamaba a servir en China. Acompanémoslo en su viaje misionero de 17 años.
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Apenas un año después de haberse unido a la Iglesia Adventista, Arturo, de 19 años, sintió que Dios lo llamaba a servir en China. Acompanémoslo en su viaje misionero de 17 años.
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